Bath, Reino Unido

Bath fue fundada como un complejo termal por los romanos bajo el nombre latino de Aquae Sulis (“las aguas de Sulis”), en el año 43 d. C., aunque la tradición oral sugiere que ya existía desde antes. Los romanos construyeron el complejo y un templo en las colinas adyacentes en el valle del río Avon, alrededor de la fuente de las aguas termales.
Una curiosidad del complejo son las numerosas tablillas de maldición  (láminas hechas de metal que contenían mensajes para la diosa Sulis)  halladas por arqueólogos en el Manantial Sagrado
Estas tablillas de maldición estaban escritas en latín y eran empleadas para echar maldiciones sobre personas que habían hecho algo indebido. 
Por ejemplo, si a un ciudadano le robaban sus ropas en los baños, escribiría una maldición nombrando a los sospechosos en una tablilla con el fin de que fuera leída por la diosa Sulis Minerva. 
Asimismo, se descubrieron en el Manantial Sagrado más de 12 mil monedas romanas, las cuales, según se sabe, representan la mayor ofrenda divina realizada en Britania.
El templo fue erigido en el 60-70 d. C. y el complejo termal fue construido gradualmente a lo largo de los siguientes trescientos años. Durante la ocupación romana de Gran Bretaña y probablemente según las instrucciones del emperador Claudio, los ingenieros dispusieron postes de roble dentro del lodo para conseguir cimientos estables y rodearon la fuente de las aguas termales con una cámara irregular de piedra recubierta con plomo.
El complejo incluía un caldarium (baño caliente), un tepidarium (baño templado) y un frigidarium (baño frío). Se edificaron murallas defensivas alrededor del pueblo, posiblemente en el siglo III. Después de la retirada de los romanos en la primera década del siglo V, los baños cayeron en desuso y quedaron enterrados bajo los sedimentos.
Durante el siglo XVIII, Bath se convirtió en el centro de atención de la alta sociedad en Inglaterra. Fue durante este período que tuvo lugar la construcción del Theatre Royal, así como también la edificación de numerosas estructuras emblemáticas de la ciudad como el Lansdown Crescent,  el Royal Crescent,  The Circus y el Puente Pulteney. 

En 1987, Bath fue nombrada Patrimonio de la Humanidad. La ciudad posee una gran variedad de teatros, museos y demás edificios de importancia cultural, lo cual ha contribuido a su desarrollo como destino turístico, recibiendo cada año más de 3,8 millones de visitantes de un día y un millón de turistas que pasan más tiempo en el lugar.

ALGUNOS BUENOS RECUERDOS DE ESTE VIAJE:
Mis amigos, el coche, el buen tiempo, el paseo por la ciudad, los turistas, el río, la visita a las termas...








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