Ronda, España
Ronda es una de las ciudades mas conocidas de la provincia española de Málaga, famosa porque está situada sobre el profundo desfiladero del río Tajo y un puente une las dos partes de la misma.
Yo tuve la oportunidad de visitar Ronda este verano, ya que estaba muy cerca de Marbella dónde yo me encontraba (63km).
Empecemos con un poquito de historia. El asentamiento en la zona de remonta a la prehistoria, pero tendrá su apogeo primero en época romana y el más tarde en la medieval. De la época romana destaca el yacimiento arqueológico de la ciudad de Acinipo (Ronda la Vieja) por su estado de conservación de algunos de los elementos más emblemáticos de una urbe clásica: el teatro.
También el periodo islámico destaca por el legado cultural que dejó y que aún es perceptible en muchas de sus manifestaciones (urbanismo, gastronomîa, tradiciones, sistemas de cultivo, etc). Es en este momento cuando Ronda se consolida como ciudad, llegando a ser la capital de una de las provincias en las que se dividió Al-Andalus.
La figura del bandolero está muy arraigada a la historia de la ciudad y de Sierra Morena, incluso hay un museo que profundiza en su vida e historia. Más abajo dejo toda la información sobre esto.
El monumento más emblemático de la ciudad es el Puente Nuevo, que separa la parte nueva, que data de aproximadamente del siglo XV, del casco antiguo, que se remonta a la época del dominio árabe.
Fue construido entre 1751 y 1793, y como curiosidad he leído que hasta 1839 fue el puente más alto del mundo con una altura de 98 metros. Une las zonas histórica y moderna de la ciudad salvando el tajo de Ronda, una garganta excavada por el río Guadalevín.
Para los amantes de la tauromaquita, Ronda es un sitio de visita obligada. La plaza de toros de la ciudad nueva data del siglo XVIII y es una de las más antiguas y conocidas de España.
La ciudad conserva muy viva la tradición de la caballería al existir una corporación dedicada a que no se perdiera el arte ecuestre. Felipe Segundo fundó en 1572 la Real Maestranza de Caballería de Ronda, para que se mantuviese el manejo de los caballos.
El auge del toreo llevó a la Real Maestranza de Caballería de Ronda a erigir su famosa plaza, obra que se atribuye a Don José Martín de Aldehuela, el mismo arquitecto del Puente Nuevo.
La construcción duró seis años y fue inaugurada en 1785 con una corrida de toros en la que actuaron Pedro Romero y Pepe Illo.
Fue construída en piedra arenisca con un esquema monumental, doble galerîa de arcadas y ausencia de tendidos al descubierto. Su ruedo, de 66 metros de diámetro, está circundado por un callejón formado por dos anillos de piedra. Los tendidos tienen cinco filas de gradas de dos pisos, con 136 columnas formando 68 arcos de columnas toscanas, salvo las del Palco Real.
Cerca de el Puente Nuevo, hay un mirador con unas vistas increíbles, llamado El mirador La Alameda del Tajo.
Se trata de un precioso jardín decorado con unas enormes balconadas desde donde se pueden obtener las mejores panorámicas de la sierra y el desfiladero. Es uno de los lugares más visitados de la ciudad y a mi personalmente fue uno de los lugares que más me gustaron y que recomiendo.
Ronda tiene otros atractivos que no tuve tiempo de visitar, como palacios, baños árabes, museos, iglesias, teatros romanos e incluso cuevas primitivas.
La historia de los bandoleros:
El nacimiento de los bandoleros en la ciudad malagueña de Ronda surge en el siglo SXVIII a partir de la defensa de la ciudad ante las tropas de Napoleón Bonaparte. De hecho, cerca de 1400 rondeños se unieron a las tropas de Sevilla y Granada en su lucha contra los franceses que fueron derrotados en la batalla de Bailén haciendo que José Bonaparte abandonara Madrid y Napoleón tomara el mando de sus tropas.
Tras la Guerra de la Independencia, se dice que había guerrilleros que asaltaban los caminos y vivían vagando por el monte aprovechándose de los más inocentes e incautos. Se hicieron tan populares que su imagen, con su característico atuendo y sus trabucos, quedó relacionada ya para siempre con Ronda. La guerra mantenida con los franceses tuvo como consecuencia la destrucción de edificios como el Alcázar, los molinos, almazaras y cultivos, llevando a la población a una situación precaria de ahí la agrupación en la sierra de gentes y contrabandistas en ruta a Gibraltar hasta principios del siglo XX.
El bandolero en la serranía también adquiría otros cometidos, iba muy unido en la mayoría de los casos al contrabando en su ruta hacia Gibraltar y a la afición del toreo, ejemplo de ello tenemos a José Mª el Tempranillo, Juan Caballero, el famoso Vivillo, y como no José Ulloa Navarro “Tragabuches”, uno de los componentes de los siete niños de Écija que luchaban contra las tropas francesas además de bandido, contrabandista y torero, cantaba y según dicen no del todo mal.
(texto por abrasador.com/los-bandoleros-y-ronda/ con imagen del museo).
Que guay!! Tengo ganas de conocerlo!
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