Ubud, Bali, Indonesia



El viaje a Bali fue maravilloso, no veo el momento de volver. Es un sitio muy turístico, pero se respira espiritualida en cada esquina. Nunca había estado en un sitio así.

Decidimos contratar un guía local para que nos llevara a todas partes, y fue la mejor idea, ya que tenía organizado para nosotros un itinerario perfecto, incluyendo comidas locales, lo que nos encantó.

El viaje comenzó en Ubud, el pueblo mas famoso de la isla y con razón porque es maravilloso. Está en el centro, lejos de la playa y se hizo famoso por la película Come, reza, ama.

Mucha gente va a Ubud para relajarse, meditar y hacer yoga. Nos quedamos en el hotel que nos recomendó el guía, que era regentado por una familia. Nos sentimos en otro mundo nada más entrar. Parecía que estuviéramos dentro de un templo. Yo me desperté temprano por la mañana y de casualidad vi como hacían una ofrenda en su jardín, donde había árboles frutales y gallinas libres.  Era precioso y los mismos dueños nos prepararon el desayuno.


Empezamos el día viendo un espectáculo de baile típico. Este arte es muy antiguo. La danza balinesa es dinámica e intensamente expresiva.​ Los artistas expresan diversas historias a través de los gestos corporales, incluyendo gestos con los dedos, las manos, la cabeza y los ojos.

La más conocida y representada en la protagonizada por  Rangda, la bruja que representa el mal, y Barong, el león o dragón, que representa el bien, en la imagen.


La segunda parada del día fue el pueblo de Celuk, famoso por sus artesanos de la plata. Sinceramente este lugar está pensado para turistas, y lamentablemente no merece mucho la pena. 
Ver cómo elaboran los productos de forma artesanal es interesante, ya que se puede ver a los artesanos en las tiendas, pero todo lo demás está organizado y pensado para hacer que compres.


Trás el rato que pasamos en Celuk nos esperaba una sorpresa mejor, la Catarata Tegenungan.

Este lugar es impresionante y sobrecogedor por lo frondoso de la vegetación. Esta cascada es la más grande entre las tres famosas cascadas de Bali. Se puede ver desde un mirador que hay en frente pero también es posible bajar hasta donde cae el agua y bañarse.
En la zona hay varias cafeterías, y locales comerciales que ofrecen comida local, artesanías y recuerdos.


Sin duda lo más esperado del día era las visita a las famosas terrazas de arroz. Es posible encontrar arrozales en gran parte de la isla, aunque la zona más destacada son los campos de Ubud y sus alrededores.

Lo montañoso del terreno hace que el cultivo del arroz no sea una tarea fácil. La forma de solucionar esto es construyendo campos de arroz escalonados.

Un sistema de canales transporta el agua desde los manantiales hasta los campos de arroz para mantenerlos encharcados. El arroz tarda 210 días en ser recolectado. Después de esto el terreno vuelve a prepararse para la siguiente plantación. 
He leido que son muy devotos de Dewi Sri, Diosa del Arroz, a la que los campesinos rinden especial homenaje con los pequeños santuarios que colocan en las plantaciones.

Ciertamente en cada esquina de Bali hay un pequeño saturario con ofrendas.


El Bosque de los monos está muy cerca de Ubud. Se tratra de una reserva natural de más de 27 hectáreas en la que se encuentran varios templos, pero que es especialmente conocida gracias al grupo de monos que habitan en ella.

Al principio los monos parecen muy graciosos, pero son realmente peligrosos, es mejor no acercarse a ellos. Te roban de la mochila, o si llevas algo en la mano o cabeza, y te pueden moder si tratas de espantarlos.

El bosque en sí es precioso, y los monumentos impresionantes, especialmente un puente con cabezas de serpientes a los lados, más abajo dejo una foto de internet.


El Palacio Real de Ubud es un lugar realmente precioso, y que se encuentra en el centro del pueblo. Fue construido entre los años 1800 y 1823 y en este palacio actualmente vive la familia real de Ubud.

Este palacio suele albergar espectáculos de danzas balinesas, por eso las sillas azules que se ven al fondo de la foto.

Nosotros solo pudimos visitar el jardín, que se trata de dos estanques a los lados de la pasarela donde crecen las flores de loto. Todo el lugar está lleno de estatuas de piedra.


El Mercado de Ubud es el típico mercadillo donde puedes encontrar cualquier cosa: máscaras de madera, batiks, sarongs, vestidos y souvenirs de todo tipo. El precio de todo lo que hay allí es negociable, como todo el país, ellos están esperando que regatees, ya que el primer precio que te dicen es mucho más caro de lo que cuesta en realida el objeto en cuestión.


Puente en el Bosque de los monos.

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