Bratislava, Eslovaquia



El viaje a Bratislava fue un poco por casualidad. Decidí ir con mis amigas a Hungría cuando viviamos en Francia a visitar a la amiga de una de ellas. 
Más tarde decidimos que una de las chicas y yo írimos en tren un par de días a visitar Bratislava ya que estaba bastante cerca y la otra chica estaba ocupada con su amiga.
Nos quedamos en el céntrico Hostel Blues, y la verdad es que todo nos salió muy barato.
Eso sí era temporada baja y hacía bastante frío, incluso había nevado, y tengo que decir que es el único sitio al que he ido que no me he encontrado con turistas españoles.

Bratislava es una ciudad pequeña y tranquila, tiene unos 446.000 habitantes y está situada a orillas del famoso río Danubio.


Bratislava cuenta con una gran oferta artística, cultural y educativa. La zona más interesante es la Ciudad Vieja, donde se puede disfrutar de una gran variedad de restaurantes y tiendas y que ha sido restaurada recientemente como el resto de la ciudad. Destaca la plaza principal, Hlavné Námestie, ideal para descansar, fijarse en los bonitos edificios y comprar souvenirs en alguno de sus puestos.

Otra zona interesante es el puerto del Danubio, donde se pueden ver barcos de mercancías y una gran actividad.


El centro está lleno de palacios barrocos como estos:
    • El Palacio Grassalkovich, de 1760, es la residencia del presidente eslovaco.
    • Palacio Arzobispal es la sede del Gobierno eslovaco.
    • Primatial o palacio del Primado fue construido entre 1778 y 1781. 
    • Mirbach de 1768
    • Palffy


El Castillo de la ciudad es del siglo XVIII y fue residencia de María Teresa de Hamburgo, como Reina de Hungría. Actualmente acoge el Museo Nacional Eslovaco y el Parlamento Nacional de la República Eslovaca. La zona del Hrad (castillo) es muy bonita. Desde allí se ve toda la ciudad y se aprecia el interesante contraste entre lo viejo y los moderno. 


La iglesias también son visita obligada en esta ciudad, destacando:
    • San Martín construida entre los siglos XIII y XVI,
   • La iglesia de los Franciscanos, que data del siglo XIII.  Es el edificio sacro más antiguo de la ciudad. 
   • La Iglesia de Santa Isabel, más conocida como la Iglesia Azul debido a que es de estilo Art Nouveau.


Otro de los encantos de Bratislava son las esculturas que aparecen en rincones de la ciudad sin que te los esperes, y que es divertido encontrarse. Como véis en mis fotos hay un papparazzi con la cámra un soldado de Napoleón o una figura que sale de una alcantarilla entre otras. 





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