Mombasa, Kenya


Kenya es el único país de África que he visitado hasta el momento, y fue una gran experiencia. Aterricé en Nairobi desde Dubai, y tomé otro vuelo interno hasta Mombasa, la segunda ciudad del país que está junto a la costa, en el Océano Índico. La primera y segunda foto son las vistas desde el hotel.

Mombasa se encuentra sobre una isla pero está conectada a tierra por diversos puentes, y es el puerto más importante de África oriental.
Lamentablemente durante mi viaje llovió la mayor parte del tiempo, pero el hotel estaba junto al mar justo enfrente del antiguo puerto, y las vistas de la ciudad y el trasiego de barcos y personas era incesante y entretenido de ver.


A pesar de que la ciudad es el centro de la industria del turismo costero la gente es muy pobre, lo ves en cuanto sales del aeropuerto, con la mayoría de calles de tierra, llenas de animales, puestos de venta de todo tipo de cosa y alguna gente descalza.
Debido a la lluvia estaba aún mas sucio todo y lleno de barro.

Mombasa tiene aproximadamente un millón de habitantes. Tiene un cálido clima tropical. Los meses de invierno son ligeramente más calientes que los de verano. La cantidad de lluvia depende esencialmente de la temporada.


La historia de la ciudad está muy ligada a los árabes y portugueses.
En 1498, Vasco de Gama se convirtió en el primer europeo que visitó la ciudad. Los portugueses, en su búsqueda de nuevas rutas hacia la India se adueñaron de diversos puertos y centros comerciales en la costa africana, entre ellos, Mombasa. 

El dominio portugués se vio inmediatamente amenazado por el Sultanato de Omán, por lo que construyeron diversas defensas, como el Fuerte Jesús, que todavía puede visitarse, como podéis ver en el siguiente vídeo. Contra toda previsión, la ciudad fue arrebata a los portugueses por los swahili en 1740, que a su vez perdieron su posesión a favor del Sultanato de Zanzíbar en 1832. 

Tras el establecimiento del gobierno de la Colonia Británica de Kenia en 1887, con Mombasa como capital, la ciudad siguió estando bajo el dominio nominal del sultán de Zanzíbar.



La flora y fauna local también fue algo único para mi, incluso en el hotel, con plantas que nunca había visto y caracoles gigantes que salieron por la lluvia, como se puede ver en las siguientes fotos.

A parte por la ciudad campan a sus anchas cabras, vacas, gallinas o monos.

Un detalle que me encantó es que en el país están prohibidos los plásticos. En el aeropuerto nos pidieron dejar las bolsas que llevábamos y meter las compras en la maleta, para no entrar plásticos al país. Sin duda es una medida necesaria para evitar la contaminación ya que durante el camino al hotel en coche vimos varios basureros inmensos, y lamentablemente gente buscando en ellos.








Langosta para cenar



Comentarios

  1. que experiencia mas bonita. Debe ser un pais precioso y muy exótico.

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