Zaanse Schans, Holanda, la tierra de los molinos



El viaje en coche con unas amigas por Holanda y la llegada Zaanse Schans fue una odisea. Esta aldea está situada a orillas del río Zaan, una importante vía fluvial en Holanda.
Se cree que "Zaanstreek industrial", con sus numerosos molinos de viento es la zona industrial más antigua en Europa.

Con su tradicional pintura verde, las casas, los almacenes y los molinos de viento de Zaanse Schans causan la sensación de haber retrocedido en el tiempo, a los siglos XVII y XVIII. En este lugar en 1574 Diederik van Sonoy, un gobernador al servicio de Guillermo de Orange, con la ayuda de la población local, levantó trincheras para detener el avance del ejército español.

El aumento del comercio y la industria en Amsterdam a finales del siglo XVI creó la necesidad de que el desarrollo industrial de los molinos de viento se ubicase aquí. Con el transcurso de los siglos más de mil de estos florecieron a lo largo del río Zaan abasteciendo a las fábricas y los alrededores.
Los molinos de viento fueron utilizados para serrar la madera, pelar y trillar grano, y la producción de, entre otras cosas, aceite de semillas y frutos secos, pinturas, tabaco y mostaza.


Esta aldea lleva siglos situada a orillas del río Zaan. Esta importante vía fluvial de la provincia de Holanda del Norte, se originó como un desagüe natural que rodea a la zona pantanosa de la turba.
Se cree que "Zaanstreek industrial", con sus numerosos molinos de viento es la zona industrial más antigua en Europa.

Con su tradicional pintura verde, las casas, los almacenes y los molinos de viento de Zaanse Schans causan la sensación de haber retrocedido en el tiempo, a los siglos XVII y XVIII. En este lugar en 1574 Diederik van Sonoy, un gobernador al servicio de Guillermo de Orange, con la ayuda de la población local, levantó trincheras para detener el avance del ejército español.

El aumento del comercio y la industria en Amsterdam a finales del siglo XVI creó la necesidad de que el desarrollo industrial de los molinos de viento se ubicase aquí. Con el transcurso de los siglos más de mil de estos florecieron a lo largo del río Zaan abasteciendo a las fábricas y los alrededores.
Los molinos de viento fueron utilizados para serrar la madera, pelar y trillar grano, y la producción de, entre otras cosas, aceite de semillas y frutos secos, pinturas, tabaco y mostaza.


Una visita a un molino de viento de trabajo industrial es, sin duda, una experiencia única. De noviembre a febrero la mayoría de los molinos de viento de Zaanse Schans están abiertos, pero sólo el fin de semana. Dado la cercanía con la ciudad de Amsterdam (unos 15 minutos) es una de las excursiones más interesantes que se puede hacer desde la capital.

LOS MEJORES RECUERDOS:

El increíble paisaje, el ferry que nos llevó al pueblo, la tienda de degustación de quesos, los tulipanes, los molinos-museo, las bicis...

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